jueves, 11 de febrero de 2016

La culpa.

Ese horrible sentimiento que todos hemos sentido alguna vez en nuestras vidas.

Odio sentirme culpable.

Odio creer firmemente que estoy haciendo lo correcto, pero a la vez sentir que la estoy cagando brutalmente.

Lo odio.

Y aún odio más a la gente que es feliz haciéndote sentir culpable, como si eso fuera a servir para algo.

Como si por el simple hecho de sentirte culpable fueras a volver a sus brazos llorando como una niña pequeña.

La culpa no es amor.

La culpa es el más horrible de los sentimientos, lo confunde todo y no te deja pensar con claridad. 

Te empuja a hacer cosas que sabes que no están bien, que sabes que tarde o temprano te van a hacer daño. 

Pero tu lo haces igual, porque eres así de imbécil.

Porque, te guste o no, niña tonta, siempre lo has sido.

S.♥

miércoles, 27 de enero de 2016

Cuando una estrella muere...


Por fortuna, hace ya unos años que aprendí lo que es estar enamorada:
mariposas en el estómago, manos sudorosas cada vez que sabes que vas a ver a esa persona, sentido de la vergüenza hiperdesarrollado (jaja), sensación de que tu cuerpo ya no está anclado a la Tierra, sino a esa persona... 
Es una sensación tan maravillosa, que ojalá todas las personas del mundo puedan llegar a experimentarla por lo menos una vez en la vida, y no puedo evitar compadecer a esas que jamás lo han sentido, no porque me den pena, sino porque una vida sin amor, se puede considerar que es una vida mal aprovechada e incluso se podría decir que vacía.
Hasta aquí diría que todo el mundo está conforme y coincide con mi opinión. La mayor parte de los cuentos y películas románticas se basan en esta idea, pero...
¿Qué pasa cuando ese amor se acaba? ¿Qué pasa cuando esas mariposas deciden fugarse del estómago y convertirse en lágrimas? ¿Qué pasa cuando esa persona deja de ser la que te sujeta al mundo? ¿Qué pasa si todo deja de ser tan luminoso y fantástico y pasa a ser oscuro y monótono? ¿Por qué ningún cuento habla de lo que viene después?
Tanto si eres tu el que decide no seguir con la farsa o por el contrario, te empujan al vacío de una ruptura, hay un denominador común en cuanto a sentimientos: el sentimiento de libertad. 
No necesariamente como algo bueno, es decir, si tu decides que no quieres seguir con el cuento, es evidente que ya tienes asumido que desde ese momento eres libre para hacer todo lo que llevas queriendo hacer ese tiempo o todo lo que puedas llegar a querer hacer a partir de ahora.
Pero llegará un momento en el que serás consciente de que no tienes a nadie a quien rendirle cuentas, ni para lo bueno ni para lo malo. 
No tendrás a nadie con quien compartir tus pensamientos diarios, sabiendo que no te va a juzgar, no habrá nadie que te conozca hasta tal extremo que sepa que has tenido un mal dia solo con verte la cara, ni tendrás a nadie que te haga una sopita cuando estés enfermo o que te rasque la espalda en ese punto justo en el que tu no te llegas, no tendrás a nadie que te alcance el mando de la tele cuando la película se vaya a publicidad justo en el momento que tu has encontrado la postura más cómoda del mundo. 
Pueden parecer menudeces, pero al fin y al cabo, son las pequeñas cosas las que conforman la vida y desde luego, son esas pequeñas cosas las que harán que esa sensación de libertad absoluta, sea la sensación más aterradora que vas a sentir en toda tu vida.
Sil.

jueves, 14 de enero de 2016

La gente bonita...

...lleva los calcetines con rayas, las bragas con dibujos y la mirada con amor. 
La gente bonita se tropieza mientras se viste porque siempre va con prisas, come lo mismo más de una vez a la semana y pierde el tiempo mirando cosas que no importan a los demás. 
La gente bonita llora cuando ve una película triste, pero se mantiene fuerte cuando tiene que secarle las lágrimas a alguien a quien quiere. 
La gente bonita sigue el ritmo de la música con los pies cuando va en autobús, aguanta la respiración cuando pasa por un túnel y no pestañea hasta que el avión no aterriza. 
La gente bonita para decir "te quiero" besa en los párpados, respira cuando le muerden y tira fuerte del pelo. 
La gente bonita es más bonita por lo que quiere saber que por lo que ya sabe. 
La gente bonita besa, ríe, baila, bebe, canta, se cae, se equivoca, se levanta, pide perdón, se despeina, se rompe las medias, sangra, abraza, lee, vive y SOBREVIVE.
S.♥

martes, 2 de diciembre de 2014

Siempre se nos ha dicho que tenemos el mundo en las manos y la posibilidad de hacer y ser lo que nosotros queramos, pero que eso requiere un esfuerzo, mayor o menor, y una dedicación. Nunca me lo he creido. Mi sueño siempre ha sido ser una gran música famosa, pero desde luego con mi voz de gato atropellado y mis manos poco ágiles, dudo que llegara muy lejos, entonces ¿las personas que me dijeron que podía ser lo que quisiera me mintieron? Yo creo que no, creo que simplemente nos permiten crear unos sueños que nunca lograremos alcanzar (como mi sueño de ser música) para que tengamos un propósito en la vida por el que luchar, aunque en el fondo ellos mismos no crean realmente que lo vayamos a lograr.
Sueños frustrados a parte, considero que está bien que se les diga eso a los niños, ya que desde luego si a Einstein en su día le hubieran dicho que su destino era barrer calles y que no le valía la pena esforzarse en nada, la ciencia hoy en día no sería para nada lo que es, asi que, sí, ¿por qué no? Vamos a darles esperanza a esos niños, ¿quién sabe? Tal vez uno de ellos llegue a ser un gran científico, o un cantante famoso, o un gran médico, o incluso presidente... Dudo que la familia de Obama creyera que ese niño algún día llegaría a ser presidente de los Estados Unidos, pero también dudo que el día que dijo en su casa que quería ser presidente, alguien le dijera que no lo hiciera porque no lo iba a conseguir nunca y no le valía la pena.
En conclusión, mi consejo para todas esas personas que creen que no valen para nada, que simplemente deben dejarse llevar por la corriente de la vida, es que no se conformen, que cualquiera puede llegar a hacer grandes cosas, solo hay que creer en ello.